La Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados en 2015, reflejan un consenso en torno a la necesidad de la cooperación internacional para corregir asimetrías y sentar las bases de un sistema internacional abierto y estable. El cumplimiento de la Agenda requiere conciliar las políticas a favor del empleo y la igualdad en cada país con las restricciones que un sistema mundial abierto impone a las decisiones nacionales.