Erradicar la pobreza y el hambre es un requisito indispensable para lograr el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe
Autoridades y delegados de 29 países de América Latina y el Caribe, de agencias de las Naciones Unidas y organismos regionales, multilaterales y de la sociedad civil participantes en la séptima reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, concluyeron hoy el encuentro con el reconocimiento de que sin la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, y del hambre, no será posible construir un desarrollo más inclusivo, productivo y sostenible en la región.
Asimismo, enfatizaron la necesidad de implementar políticas públicas integrales e intersectoriales que aborden las causas estructurales y coyunturales de la baja capacidad para crecer que muestra la región, de la alta desigualdad y las otras brechas que dificultan el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Luego de tres días de intensos debates realizados en la sede central de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago de Chile, los representantes reafirmaron su compromiso para acelerar el paso hacia el cumplimiento de los ODS en los seis años que quedan. En esta edición del Foro, se analizaron en particular los ODS 1 (Fin de la pobreza), 2 (Hambre cero), 13 (Acción por el clima), 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas) y 17 (Alianzas para lograr los Objetivos).
También se discutieron los retos y prioridades de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) del Caribe; hubo una sesión especial sobre la próxima Cumbre del Futuro -que se desarrollará en la sede de la ONU en Nueva York el 22 y 23 de septiembre-; se contó con la presencia de importantes autoridades del organismo mundial, como la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina Mohammed, y el Secretario General Adjunto de Políticas de la Oficina Ejecutiva del Secretario General de la ONU, Guy Ryder; y se escuchó la voz de las niñas, niños, adolescentes y juventudes de América Latina y el Caribe, así como la de las organizaciones de la sociedad civil de la región.
La ceremonia de clausura realizada este jueves 18 de abril estuvo encabezada por Laura Fernández Delgado, Ministra de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica, en su calidad de Vicepresidenta del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible; y José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL.
La ministra costarricense destacó que los desafíos que enfrenta hoy la humanidad, abatida por varios frentes que van desde el crimen organizado, el hambre, la pobreza, la desigualdad, los embates del cambio climático, las crisis de pérdida de biodiversidad y la contaminación, la escasez de agua potable, los conflictos armados, el endeudamiento público y tantos otros más retos globales, hacen imperativo que los países que representamos demos un paso al frente hacia esa construcción colectiva de soluciones.
“Un paso al frente que no puede ser un paso tibio, sino un paso al frente que debe ser lo suficientemente recíproco con la sed que tienen nuestros pueblos por un presente digno y un mañana que no deje a nadie atrás. Un paso al frente que lleve consigo el interés manifiesto por la acción, y que estoy segura, será impulsado por la fuerza de las distintas banderas nacionales que ondean y que están tatuadas en el corazón de los que hemos estado en este Foro”, indicó.
“Nuestras generaciones presentes y futuras no resisten y no merecen más diagnósticos ni ideas que no se materialicen. La agenda pactada es una responsabilidad compartida. Solo unidos lograremos acometer esta desafiante tarea”, remarcó Laura Fernández Delgado.
En tanto, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL realizó un balance de las discusiones y destacó el hecho de que más de 700 personas acompañaron la reunión en forma presencial a lo largo de estos días, más de 180 delegados de Gobierno de 29 países miembros del Foro, más de 150 representantes del sistema de las Naciones Unidas, más de 200 personas de la sociedad civil, el sector privado y sector académico.
José Manuel Salazar-Xirinachs explicó que quedó claro en las intervenciones de las delegaciones nacionales lo mucho que están trabajando los países de América Latina y el Caribe en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con planes, políticas y programas en todas las áreas. Sin embargo, y tal como se compartió en los distintos informes presentados en este Foro, las diversas crisis que se han venido manifestando desde hace varios años, vinculadas al lento crecimiento de la economía y del comercio, al cambio climático, a las migraciones forzadas, a los conflictos geopolíticos y a las recientes crisis humanitarias causadas por los enfrentamientos bélicos en Europa y el Oriente Medio, han sido importantes obstáculos para avanzar en el cumplimiento de los ODS.
“Además de los choques externos negativos, uno podría pensar en dos grupos de razones más que nos podrían explicar el rezago. La primera es que no sabemos bien qué se debe hacer o cuál es el escenario deseable hacia el cual avanzar. Ya hay mucho diagnóstico de nuestras realidades y si bien hay espacios para mejorar estos diagnósticos, se podría argumentar que falta de conocimiento sobre ‘qué’ hacer no parecería ser una causa muy grande del rezago. Mucho más importantes son un segundo tipo de razones que se refieren a una falta de claridad y de conocimiento sobre los ‘cómos’. Esta pregunta nos lleva a los problemas muy concretos de implementación que se refieren a cómo gestionar las transformaciones, es decir, temas de gobernanza, temas de débiles capacidades TOPP (Técnicas, Operativas, Políticas y Prospectivas) de las instituciones y la necesidad de mayores espacios de diálogo social, entre otros”, indicó.
“Se requieren con urgencia políticas públicas integrales e intersectoriales que aborden las causas estructurales y coyunturales de la baja capacidad para crecer, de la alta desigualdad y baja movilidad social, y las otras brechas relacionadas con los ODS”, enfatizó el alto funcionario de las Naciones Unidas.
En un proyecto de conclusiones y resoluciones de casi 130 párrafos aprobado al término de la reunión, los países adherentes indican que observan con preocupación que las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que debían alcanzarse como máximo en 2020 no se han cumplido plenamente y, a este respecto, hacen un llamado a la comunidad internacional para que refuerce las medidas destinadas a hacer frente a esos desafíos específicos, entre ellos la protección de la biodiversidad, la elaboración de estrategias de reducción del riesgo de desastres, el aumento de la disponibilidad de datos oportunos, de calidad y desagregados, la participación de los jóvenes y el incremento de los recursos financieros, la creación de capacidad y la transferencia de tecnología a los países en desarrollo.
Asimismo, reconocen que el aumento de las desigualdades sigue siendo un rasgo predominante de los países de América Latina y el Caribe, y que la lucha contra este flagelo requiere, entre otras cosas, aumentar la inversión en servicios sociales, incluidos los servicios de protección social, y oportunidades económicas en alianzas mundiales, regionales y nacionales, de las autoridades nacionales y locales con el sector privado, el sistema financiero internacional, la sociedad civil, el sector académico y otras partes interesadas pertinentes, para que, mediante una labor conjunta y en consonancia con los planes y políticas nacionales, se cumpla la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Además, tomaron nota del séptimo informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe, titulado “América Latina y el Caribe ante el desafío de acelerar el paso hacia el cumplimiento de la Agenda 2030: transiciones hacia la sostenibilidad”, preparado por la CEPAL y presentado durante el encuentro por el Secretario Ejecutivo, José Manuel Salazar-Xirinachs.
Finalmente reconocen que el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible se ha convertido en todo un ejemplo de excelencia en la coordinación regional de múltiples actores, como los gobiernos, el sistema de las Naciones Unidas, el sector privado, el sector académico y la sociedad civil, para llevar adelante la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe.